La tecnología de impresión 3D, también conocida como fabricación aditiva, está transformando radicalmente la forma en que creamos objetos tridimensionales. Este proceso innovador implica la superposición de capas sucesivas de material, siguiendo un modelo digital, y ha emergido como una herramienta disruptiva con impacto en sectores clave.
La impresión 3D, fundamentada en la fabricación por adición, utiliza diferentes tecnologías para construir piezas tridimensionales. Este enfoque ha trascendido barreras en industrias como la automoción, medicina, arquitectura, educación e industria en general.
El proceso comienza con un modelo digital en 3D, el cual se divide en capas finas mediante software especializado. Estas capas se exportan en formato de código G, un lenguaje interpretado por la impresora 3D para determinar cómo y cuándo depositar el material. Cada capa representa la forma 2D exacta de una sección del objeto, permitiendo que el material se deposite gradualmente hasta formar la estructura tridimensional.
En resumen, la impresión 3D se destaca por su versatilidad y capacidad disruptiva. Al superponer capas de material según un modelo digital, esta tecnología ofrece aplicaciones innovadoras en diversas áreas, marcando el comienzo de una nueva era en la fabricación y el diseño.